viernes, 3 de mayo de 2019

MUERTOS O DORMIDOS

 
   Cuando el Sublime Maestro dijo a sus discípulos: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”, sin duda se refería a los inconscientes de su naturaleza espiritual, que trasciende su muerte física,  y la suerte que en este caso deben afrontar como respuesta a la responsabilidad de sus acciones en la vida terrena.
   
   Por otro lado, las Escrituras nos hablan de los que están DORMIDOS. Pero a pesar de que duermen son capaces de tener vivencias ricas en alegría, fe, esparcimiento, esperanza, etc….en los ensueños, por supuesto. Allí no se guían por sí mismos, no dirigen los acontecimientos a voluntad, porque no son más que títeres manejados por fuerzas que no pueden comprender ni manejar.
   
   Por eso en Efesios 5.14 se les amonesta: “Despiértate tú que duermes, y te alumbrará Cristo” Se refiere a los que solo utilizan la religión como muletas emocionales o como institución  bomberil  que pueda apagar el fuego de sus angustias pero sin ningún compromiso serio ni consigo mismos ni con sus comunidades. Y todo esto porque aún no han entendido el plan que el Supremo Creador diseñó para salvar integralmente a la Humanidad.
   
Todavía no pueden ver o comprender lo que es el reino de Dios, debido a que aún no han nacido de nuevo, en el Espíritu de la verdad (Jn.16.12-13). Siguen todavía en el vientre de la posibilidad de su CONVERSIÓN (Hch.3,19) en miembros activos de este “nuevo régimen del Espíritu” (Ro.7.6).
  
   Pues así como por medio del arrepentimiento podemos recibir el gran beneficio del perdón, así también por medio de la conversión podemos llegar a tener “tiempos de refrigerio” por medio de la implementación de los principios justos y amorosos del reino de Dios (Jn.13.35).

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