viernes, 14 de diciembre de 2018

FALSAS Y VERDADERAS COMUNIDADES CRISTIANAS

 
   Estos son algunos contrastes entre una verdadera y una falsa comunidad cristiana:

   En una verdadera comunidad cristiana sus miembros se conocen entre sí. Saben sus nombres, dónde viven, a qué se dedican, etc., mientras que en una falsa comunidad pasan muchos meses, incluso años, para saberlo. Sus líderes ni siquiera hacen el más mínimo esfuerzo por integrar a sus feligreses. Tienen tanto temor a las malas críticas a su gestión que en algunas congregaciones llegan a sugerir que quien se sienta al lado puede ser un emisario del Adversario, y que por lo tanto terminada una reunión debe ir derecho a sus hogares sin detenerse a formar corrillos.
   
   En una verdadera comunidad cristiana se amonesta y se pone en evidencia a los que andan desordenadamente, en prácticas inmorales, engañando o robando; en tanto que en una falsa comunidad cristiana tratan de encubrir o justificar tales faltas, sobre todo si quien las comete hace generosas contribuciones para la parroquia.
   
   En una verdadera comunidad cristiana organizan comités para atender lo relacionado no solo a la predicación, danzas, coordinación de reuniones, etc., sino también para atender a  todas las necesidades que como seres humanos necesitan los creyentes, tales como asistencia social, propuestas laborales, cultura, deporte, etc., mientras que en una falsa comunidad cristiana pasan los meses y los años solo impartiendo teo-terapia y psicología motivacional sin que les importe en lo más mínimo que los creyentes son seres humanos , personas con muchas y muy variadas necesidades.
  

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