¿Es apropiado que en estos tiempos oremos a
Dios pidiendo que venga su reino?
El mismo Maestro afirmó que tal reino ya está entre nosotros (Lc.17.20-21). El apóstol
Pablo, otrora gran perseguidor de la Iglesia, ahora se gozaba de esa realidad:
“con gozo dando gracias al Padre que
nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la
potestad de las tinieblas, y trasladado
al reino de su amado Hijo” (Col.1.12-13);
“La ley y los profetas eran
hasta Juan; desde entonces el reino de
Dios es anunciado, y todos se
esfuerzan por entrar en él (Lc.16.16).Entonces ¿qué significa que si buscamos el reino de
Dios las cosas elementales del diarios vivir nos serán provistas?
Con mucha propiedad podríamos
interpretar “buscar el reino de Dios” como adoptar o implementar sus principios
de gobierno. Además, el sólo buscar no nos garantiza nada. Ejemplo, si alguien
busca empleo se le compensa por práctica del empleo encontrado, pero nunca por
el solo hecho de estar buscándolo.
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