Como
respuesta a la positiva actitud separatista del pueblo de Dios (2-Co.6.14-18)
se debe implementar el principio de INTEGRACIÓN
(1-Co.12.25-26; Ef.4.14-16), o el de PRELACIÓN (Ro.12.10, Gá.6.10,
Mr.7.27). De otra manera nunca podríamos hablar responsablemente de UNIDAD
REAL del pueblo de Dios, es decir, de la
Iglesia. Tengamos presente que así como hay obras o ministerios de mucho valor,
también las hay “de paja” y “de hojarasca” (1-Co.3.12), es decir, que no edifican
ni son de provecho, y por ello las debemos desechar y no dejarnos manipular con
meras habladurías. “Por sus frutos los conoceréis” (Mt.7.16).
No hay comentarios:
Publicar un comentario