Si el mago Simón (Hch.8.9-21) te tiene
hechizado con sus encantamientos (falsos argumentos), te invito a ingerir y
digerir la siguiente Palabra, viva y eficaz:
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya
alimento EN MI CASA; y probadme ahora
en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los
cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”
(Mal.3.10).
“Pero
Cristo como hijo sobre SU CASA, la
cual casa SOMOS NOSOTRSOS, si retenemos
firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”. (He.3.6).
“Porque no digo esto para que haya para otros
holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con
igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la
abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, PARA QUE HAYA IGUALDAD, como está escrito: El que recogió
mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos” (2-Co.8.13-15).
“Porque
todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, POR MEDIO DE NOSOTROS, para la gloria de Dios” (2-Co.1.20).
”Para
que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en
todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo,
bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento
para ir edificándose en amor”(Ef.4.14-16).
Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.
Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.
(Ef.5.14)
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