“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y
probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde.” (1) “pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos
nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en
la esperanza.” (2)
“Porque no digo esto para que
haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este
tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que
también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya
igualdad, como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco,
no tuvo menos.” (3)
“Porque de la manera que en un
cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma
función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos
miembros los unos de los otros.” (4) “para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas
las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.” (5)
“Nadie os engañe con palabras vanas, porque
por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No
seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas
ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del
Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable
al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más
bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en
secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son
hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia
cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de
cuál sea la voluntad del Señor.” (6)
Bajo ningún pretexto ningún
administrador de la gracia de Dios tiene el derecho de apropiarse de los
recursos económicos de la Iglesia, pues estos deben ser para la misma Iglesia,
o sea para el bienestar y desarrollo de la comunidad de los creyentes en
Cristo.
(1) Mal.3.10; (2) He.3.6 (3) 2-Co.8.13-15; (4) Ro.12.4-5;
(5) Ef.4.14-16;(6) Ef. 5.6-17
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