viernes, 20 de abril de 2018

¡! OJO CON LOS INFILTRADOS ¡!

 
   Muchos NO entrarán al Reino de Dios en su plenitud cuando, libre de toda influencia maligna, sea entregado a los creyentes como herencia preparada para ellos desde la fundación del mundo (Mt.25.35) No obstante, en su actual etapa de desarrollo ha sido infiltrado por los hijos del Maligno (Mt.13.24) que con sus maquinaciones procuran desvirtuarlo abierta o solapadamente.
  
   Algunos de ellos en verdad no entienden el plan divino de salvación, que configurado en la consolidación  de este sin igual gobierno entre nosotros, busca liberar de injusticias, maldad y sufrimiento no solo a los individuos en particular sino a la comunidad de todos los creyentes.
  
   A los que por algún tipo de altivez se previenen para no entender lo que es el Reino de Dios les es negada la gracia de ver sus propiedades  y alcances, en tanto que quienes tienen la mente abierta y sencillez en su corazón pueden “verlo”, aceptarlo y recibirlo mucho más fácilmente (Lc.18.17).
  
   Algunos, pues, no pueden concebir este plan divino, pero muchos otros abiertamente se oponen a él no queriendo que el Rey Jesús (Yashúa)  ejerza soberanía real en su propio pueblo (Lc.17.27).
  
   Mientras esto ocurre, los “hijos del reino” promueven y consolidan este “nuevo régimen del Espíritu” (Ro.7.6  ) como “colaboradores de Dios” que son (1-Co.3.9), para que por medio de la organizada integración  de los verdaderos miembros de la “santa nación” o Cuerpo de Cristo (1-P.2.9), puedan enaltecer los valores de este gobierno, que se inicia con la fe y se determina con obras de justicia.

    Por medio de los principios doctrinales de este sublime gobierno, tales como la solidaridad, el amor y la igualdad (2-Co.8.13-15),los trabajadores en pro de este Reino (Col.4.11) están en la búsqueda  permanente  de la “libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Ro.8.21 ) para disfrutar desde ahora de la “vida abundante” que el Rey Jesús anhela para sus seguidores  (Jn.10.10).


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