viernes, 13 de abril de 2018

GRAN PLAGA EN EL REINO DE DIOS: LA PREVARICACIÓN

 
     Quien lea Mt.7.21-23 y 25.31-46 fácilmente se podrá dar cuenta que para nuestro Salvador es muchísimo más importante las acciones solidarias con nuestros “hermanos más pequeños” que solo milagros, sermones o exorcismos en desconexión total con la realidad del diario vivir, de la que participa todo el pueblo de Dios. En las citadas referencias se hace mención a los creyentes que prevaricaron por omisión, y nos preguntamos: ¿Cómo elogiarán esos “obradores de maldad” al Reino de Dios cuando con sus actitudes obstruyen su crecimiento y eficacia? (Mt.13.31-32)
  
   El no cambiar su manera de obrar, habiéndose percatado de lo nocivo de su proceder, podrá ser clara evidencia de que en verdad son ministros encubiertos del Adversario cuyo real interés es desvirtuar el plan de gobierno divino; es decir, son la “cizaña” de la parábola (Mt.13.24-30)
  
   La Biblia nos amonesta para que seamos como niños en la malicia pero maduros  en el modo de pensar (1-Co.14.20). Porque desarrollar el amor fraterno no significa simplemente ejecutar esporádicos e individuales actos altruistas. Se debe, eso sí, diseñar, promover y realizar planes, programas y proyectos en los que mejor se puedan plasmar el amor y la justicia o ética del Reino de Dios, y podamos demostrar con hechos (Mt.5.15-16) los magnos efectos de este sublime gobierno en medio nuestro, el cual obra para beneficio principalmente de quienes participan en el poniendo en práctica sus principios, y hasta incluso para quienes no lo hacen.


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