En la enseñanza cristiana, el Reino de Dios se refiere a la presencia y el gobierno activo de Dios en el mundo, así como al futuro estado de perfección y plenitud que se espera que llegue en algún momento. En los evangelios, Jesús habla mucho sobre el Reino de Dios y cómo entrar en él.
Aunque el Reino de Dios se considera principalmente una realidad espiritual, no se limita a un lugar físico específico. En lugar de eso, se cree que el Reino de Dios se manifiesta dondequiera que las personas aceptan a Jesús como Señor y Salvador y viven según sus enseñanzas. Por lo tanto, el Reino de Dios se considera una realidad presente y futura, y no está limitado por fronteras geográficas o políticas.
En resumen, el Reino de Dios no se encuentra en un lugar específico, sino que se manifiesta dondequiera que las personas viven según los valores y enseñanzas cristianas.
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