miércoles, 6 de noviembre de 2019

MANIFIESTO CELESTIAL


SIETE VERDADES BÁSICAS
DE LOS
PARTICIPANTES EN EL REINO DE DIOS

1)   .La Iglesia es el conjunto de todos los creyentes en Cristo Jesús alrededor del mundo.
2 La gente que conforma la Iglesia constituye la santa nación, el pueblo adquirido por Dios para que anuncie sus virtudes, (1-P.2.9).

3.En el gobierno de Dios, Jesucristo es el Rey, y ejerce la soberanía de su reino en su propio pueblo, a través de su Palabra, el Espíritu Santo, y sus ángeles.

4. Aunque la “cizaña” está infiltrada en el Reino de Dios, este se halla en crecimiento por la obra que ejecuta el Espíritu Santo en y con los creyentes, hasta que al final de los tiempos nuestro Salvador aparte y eche fuera a “ los hijos del malo”, y él, en persona, nos haga entrega formal de su Reino en plenitud.

5.Los reinos o gobiernos del mundo NO HACEN PARTE DEL REINO DE DIOS, él los permite pero no los comparte, pues la Biblia nos enseña claramente que “ el mundo entero está bajo el maligno” ( 1- Jn.5.19), ya que la gente común permanece “siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia mí”.  ( Jn. 14.30). “( Ef 2.2). El mismo Jesús declaró: “No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.


6. El verdadero Pueblo de Dios debe obedecer el mandamiento de NO tener compromisos de asociación con las gentes del mundo, porque la Biblia dice: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?... ¿ O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿ Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré a vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso ( 2 Co 6.14-18).

7.Los Cristianos se deben asociar entre sí en todo lo que la vida humana requiere, para que integrados como los miembros del mismísimo cuerpo de Cristo puedan hacer evidente la justicia del Reino de Dios, que inspirada por el amor, busca llenar todas nuestras expectativas de una vida plena y abundante, tal como lo desea nuestro Salvador (Jn. 10.10), libre de miserias e injusticias, pero sí con mucha gratitud hacia nuestro Señor y Rey por su maravilloso plan de salvación para la Humanidad.

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