viernes, 18 de mayo de 2018

DELIRIOS DE SALVACIÓN


     Salvación por aquí, por allá y por más allá. Pero, ¿está bien claro a qué clase de “salvación” nos referimos? Los religiosos de Mt.7.21-23 se sentían muy seguros; ya ven ustedes lo que les ocurrió.
  
   La maldad por la que fueron condenados no fue porque profetizaron, o porque echaron fuera demonios o porque hicieron milagros, no. Pero sí fue porque dejaron de hacer el bien que pudieron haber hecho a los “hermanos más pequeños” del rey (Mt.25.40).
  
   Mientras no nos percatemos de que la Iglesia o pueblo de Dios se debe unir en la realidad como verdaderos miembros de un mismo cuerpo (Ef.4.14-16), no seremos más que religiosos delirantes o fantasiosos, tierra fértil para la explotación por parte de aquellos que venden “castillos de arena”, con los que con buena o mala voluntad,  conscientemente o no, compraban y vendían aquellos malos obreros de Mt.7.21-23.

No hay comentarios:

Publicar un comentario